A finales de julio de 1943 Remscheid es bombardeada por los aliados y gravemente golpeada. También la sede de HAZET es destruida casi por completo por las bombas incendiarias.
Sin embargo, muchas máquinas pueden seguir utilizándose, ya que solo hay que sustituir los motores eléctricos. Se consigue material para poner en marcha las máquinas. No obstante, la producción se externaliza en parte a Schmalkalden (Turingia), ya que el nuevo edificio de Güldenwerth aún no está listo.
Un año más tarde, la producción continúa en Remscheid, al principio todavía en parte a cielo abierto (las llaves se consideraban bienes de guerra esenciales). Tras la demolición, la fábrica principal de Vieringhausen se reconstruye provisionalmente con ladrillos de los escombros.
En 1947, la planta de Güldenwerth se finaliza la construcción de la planta de Güldenwerth de forma lenta pero constante y se reanudan las antiguas relaciones comerciales, especialmente en el extranjero. La reputación de calidad y diversidad de productos de las herramientas HAZET sobrevivió indemne a la guerra.
La reconstrucción real de la empresa sólo es posible tras la reforma monetaria de junio de 1948. En ese momento, unos 100 hombres y mujeres trabajaban en HAZET. Manfred Burckhard comienza su aprendizaje en HAZET (se le concede el poder en 1966, la procuración en 1974 y en 1991 se convierte en miembro comercial de la dirección en calidad de miembro no familiar).